El mal siempre gana porque es más eficiente que el bien
Nos han enseñado que “el bien siempre triunfa”, pero la realidad demuestra lo contrario: el mal es más rápido, más práctico y más efectivo.
- Hacer el bien requiere esfuerzo, pero hacer el mal solo requiere aprovecharse de los demás.
- La justicia sigue reglas, el crimen no tiene límites.
- La gente buena duda, los que hacen el mal actúan sin remordimientos.
Por eso, en el mundo real, los que rompen las reglas suelen estar arriba, mientras los que juegan limpio terminan sobreviviendo con lo mínimo. Entonces, ¿realmente el bien tiene alguna ventaja, o solo es un ideal para que los débiles se sientan mejor?